Ubicado en una zona de carácter boscoso y densamente arbolada, el proyecto consiste en una residencia de fin de semana para una familia de investigadores de literatura. Se desplanta en un predio de 1,200m2 logrando una cobertura de solo el 30% del área del terreno. Una de las premisas del proyecto es la conservación y sustentabilidad de la riqueza natural a partir de principios como: el respeto de todos los árboles existentes, la recolección de agua de lluvia, su tratamiento a partir de un proceso de purificación y el recilaje de aguas grises, gracias a lo cual se logra el aprovechamiento de un 90% del agua almacenada.
La sección transversal del terreno es sumamente pronunciada, teniendo una diferencia de seis metros en relación con la cota más alta. Esto determinó que el criterio estructural se dividiera en dos, por una parte los elementos que estrictamente requieren de ser anclados al terreno y por otra, aquellos que requieren negociar la pronunciada pendiente. De esta forma los espacios de convivencia social y la biblioteca-estudio se alzan sobre 'pilotis', posándose ligeramente y creando espacios directamente ligados a las copas de los árboles; mientras que la zona privada forma una 'L' articulada por el cuerpo de la escalera, formando un patio de acceso y a la vez orientando las habitaciones hacia el jardín principal.
Los materiales así como la mano de obra utilizados son todos locales, piedra y concreto visto para los elementos ligados a la tierra y aplanado con cemento blanco y cero fino para aquellos que no están en contacto con el suelo, definiendo así un nuevo vernáculo arraigado en la tradición local pero de visión contemporánea. Actualmente se encuentra en proceso de construcción el primer cuerpo del conjunto.